CONDICIONES FAVORABLES PARA EL TRABAJO EN CLASE



CONDICIONES FAVORABLES PARA EL TRABAJO EN CLASE


En general, para el profesorado es importante captar y mantener la atención del alumnado durante todo el tiempo, así como prestar atención a todos los alumnos de manera equitativa, ya que los procesos atencionales tienen una influencia considerable sobre el control y el rendimiento del alumnado. Es necesario utilizar estrategias para captar y mantener la atención de cada estudiante, prestando el profesor atención a cada alumno en la medida que lo necesita y de manera más acusada a los niños hiperactivos, ya que como sabemos existe un déficit en los mecanismos atencionales. Un clima de atención generalizado es una condición previa imprescindible para empezar cualquier actividad escolar y la forma de iniciar la clase es a menudo decisiva, condicionando todo lo que sucede a continuación. Todo ello se traduce en la creación de unas condiciones favorables para el trabajo. 

Estrategias generales:

1.- Crear rutinas de inicio rápido en clase: Conviene planificar la forma de iniciar las clases y practicarla hasta hacer de ella un hábito para el profesor y para los alumnos. Es necesario habituarlos desde principios de curso a un inicio rápido, posponiendo las rutinas distractoras (pasar lista, hacer comentarios,..) a otros momentos, poniendo especial énfasis en cumplir y hacer cumplir todo lo referente a puntualidad, preparación previa del material que se va a utilizar y consecución de un clima de atención generalizada como requisito para empezar.

2.- Empezar con actividades incompatibles con la distracción:
 
    Una forma de acelerar la concentración y evitar la distracción inter-clases es empezar con actividades incompatibles con la distracción (preguntas sobre lo tratado el día anterior o interrogantes que provoquen curiosidad e interés, abrir el libro por la página?).

3.- No empezar sin la atención de todos:

 Hay que asegurar la atención concentrada de todos los alumnos sin excepción como requisito previo imprescindible, si se empieza permitiendo que algunos alumnos prosigan con sus distracciones, se estará transmitiendo la idea implícitamente de que se puede continuar charlando/estando distraído mientras el profesor se esfuerza por arrancar. 

Si se distrae durante las explicaciones, la estrategia a utilizar es utilizar todos los recursos metodológicos de que dispongamos: 
 
Podemos apoyar las explicaciones con materiales audiovisuales.

Cambiar la entonación.

El control del tono de voz es un medio muy importante para el manejo de los alumnos con TDAH.

Plantear al alumno preguntas frecuentes durante las explicaciones y ofrecer una retroalimentación inmediata de sus respuestas. No con la intención de pillarle sino por mantenerlo activo.

Mantener un contacto ocular tan frecuente como resulte apropiado.

Utilizar claves o señales, no verbales, previamente acordadas con el alumno, para redirigir su atención sin interrumpir la clase. Por ejemplo, gestos con la mano, señalarse los ojos para indicar "mira", o los oídos para indicar "escucha", una palmada en el hombro, etc.

Controlar los distractores y/o estímulos que hay en el aula para que el alumno no se despiste con ellos.

Procurar sentar al alumno cerca del profesor o donde pueda supervisarlo con facilidad.

Colocar al lado del estudiante con déficit de atención, compañeros que sean modelos apropiados, es decir, que suelan estar atentos, ordenados, que cumplan las órdenes.

No le pidamos algún trabajo o actividad en los últimos cuatro minutos de clase ¡nadie nos atiende!.

Si durante las explicaciones parece no escucharle, pinta sus cuadernos o juega con cualquier cosa, la estrategia a seguir sería:

En primer lugar, recordar que la ausencia de contacto ocular con el profesor y el ver al alumno dedicado a otra actividad no siempre quiere decir que el alumno no esté escuchando el discurso o no esté comprendiendo lo que se dice.

Recordar que los alumnos con TDAH necesitan dar salida a su actividad realizando alguna tarea manipulativa mientras se mantienen escuchando.

Si la conducta del alumno no interfiere a los demás y no parece crearle problemas para seguir la clase, podemos tolerar este tipo de conductas.

Solamente retiraremos aquellos objetos con los que el alumno se distrajera verdaderamente.

Si comete errores en los ejercicios por falta de atención, el entrenamiento en estrategias de compensación aumenta su eficacia:

Enseñar al alumno que la realización de tareas que se le encomiendan se divide en dos pasos importantes:
1. La ejecución de la tarea
2. La revisión de la misma

Dar tiempo para que termine con tranquilidad un examen y obligarle a que lo revise antes de entregarlo.

Ayudarlo a tomar conciencia de los errores, dándole pautas para que sea él mismo quien lo descubra.

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