Muchos padres responden disgustados al maestro que les dice lleve su niño a un psicólogo, a un psiquiatra, un neurólogo, o a un psicopedagogo; “mi hijo no está loco”. Cuando el maestro dice eso está pidiendo ayuda a gritos, no sólo para ese pequeño sino para los 39 alumnos restantes y para sí mismo, pues por experiencia les digo que en su mayor parte los niños que prefieren caminar, jugar y/o hablar en lugar de hacer, son estresantes para los demás.
Es necesario entender que esos especialistas donde se envía a los estudiantes son la ayuda idónea para todos en un salón de clase. Nos abren puertas que tenemos al frente de nosotros y no las vemos y nos ayudan a cerrar puertas que no deberían estar abiertas; nos muestran lo que es una baja autoestima y qué hacer para mejorar en todos los aspectos, ayuda a tu hijo llevándolo a especialistas que faciliten sus procesos de aprendizaje por favor.
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